Alcemos la voz en Huajuapan, es el llamado de MaryChee

Oaxaca de Juárez, Oax. a 06 de mayo 2024.- Aun en el temor, se tiene que seguir buscando el cambio, estar mejor, salir de esa parálisis que nos ha condenado a vivir décadas de malos gobiernos, casi con el convencimiento de que nos los hemos merecido todos. Marychee Sánchez, candidata por Fuerza por México, Oaxaca, a la presidencia municipal de su natal Huajuapan, y los huajuapeños y huajuapeñas junto a los que ella ha iniciado este despertar, lo saben bien, y están buscando ya, que lo sepa todo el mundo.

Desde hace un tiempo ciudadanas y ciudadanos se ha venido organizando para buscar un verdadero cambio en una ciudad como Huajuapan de León donde la violencia y el desgobierno han tornado que la calidad de vida se sienta cada vez más comprometida, que la incertidumbre se haga cada vez más grande. Por supuesto que una búsqueda así les ha venido costando trabajo en un lugar donde la gente vive todo el tiempo con miedo, al no poder decir ni lo que siente, ni lo que ve, ni lo que sabe.

Con gobiernos que oprimen a la opinión pública, que la persiguen, la manipulan y la mantienen dócil y callada. Con poderes fácticos de prácticas innombrables que se enseñorean en su poder y en el impune alcance de sus actos. Esto en un Huajuapan cuyas calles permanecen sin ser pavimentadas, donde no hay agua y el servicio de basura es deficiente y ecológicamente tóxico en sus resultados.

Donde la educación, a pesar de ser sede de la Universidad Tecnológica de la Mixteca, una de las mejores universidades a nivel nacional, se encuentra poco menos que estancada, sin poder terminar de formar parte activa de la fuerza y desarrollo económico, que Huajuapan como una de las ciudades más importantes del estado de Oaxaca, debería de significar para sus habitantes.

Al respecto, en Huajuapan la gente se está ya movilizando. Personas que buscan ejercer la empatía y la solidaridad con otras personas, personas que buscan trascender el espanto devolviéndole el alma a un verdadero espíritu comunitario, haciendo de la colaboración una demostración continua de fuerza y esencia, de superar los desafíos con valores que sigan construyendo un presente y futuro donde nadie tenga que seguir huyendo.

Alzar la voz es el gran propósito. Convencernos de que la oscuridad de las cosas no va a ceder si nos entregamos a la omisión, al disimulo, al secreto, al permanente acto de mirar para otro lado, donde un orden corrupto de las cosas incapaz ya no solo de entregar cuentas, sino mínimos asomos de bienestar, nos convence de aquí no está pasando nada y de que el infierno es un gran lugar.

Alcemos la voz. Distintos, variados, unidos. No permitamos que nos sigan condenando.