“La vida bajo el EI es realmente dura”, relata adolecente sueca liberada

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BAGDAD. La vida en los territorios controlados por la organización terrorista Estado Islámico es “muy dura”, afirmó Marlin Stivani Nivarlain, la joven sueca recién liberada por las fuerzas especiales kurdas.

En una entrevista concedida a la cadena de televisión Kurdistán 24, la adolescente relató que conoció a su novio a mediados de 2014 y que viajó a Irak junto a él después de que éste decidiera unirse al grupo extremista.

La adolescente indicó que entró a Siria a través de la localidad fronteriza turca de Gaziantep. “Cuando llegamos a Siria el Estado Islámico nos metió en autobuses junto a otros hombres y mujeres y nos trasladaron a Mosul, donde nos dieron una casa”.

“No teníamos electricidad, agua, nada. Era totalmente diferente a lo que tenía en Suecia, donde hay de todo. No teníamos dinero. Era una vida realmente dura”, aseguró.

La joven, de 16 años, quien desapareció el año pasado tras cruzar la frontera iraquí cuando viajaba desde Suecia a Siria, fue rescatada el pasado 17 de febrero cerca de Mosul, principal bastión del EI, durante una operación por parte de las fuerzas especiales kurdas.

Según especialistas sobre asuntos del EI, muchas de las mujeres que cruzan por la frontera turca hacia el territorio controlado por el Estado Islámico terminan frustradas por el papel que se les asigna.

No obstante, la proporción de mujeres que se suman a las filas del grupo extremista ha aumentado dramáticamente.

El Estado Islámico tiene grandes planes para las mujeres musulmanas que migran a su territorio para tener un papel fundamental en la construcción del llamado califato.

“Ellos quieren que las mujeres se les unan”, explicó la doctora Katherine Brown, experta en Estudios Islámicos del King’s College de Londres.

“Ven a las mujeres como una piedra angular del nuevo estado para que el quieren contar con ciudadanos”, apuntó.

“Lo que resulta interesante es que la gente habla de EI como si se tratara de un culto a la muerte, pero eso es lo contrario de lo que ellos intentan crear… quieren crear un nuevo estado y desean que las mujeres se unan al mismo como parte de ese proyecto de utopía política”.

“A diferencia de Al Qaeda, el Estado Islámico busca establecer una sociedad permanente, con raíces. Ellos están trayendo familias de todo el mundo musulmán, no sólo de Europa o de Estados Unidos, sino de Asia Central… para dotar al califato de familias”, dijo por su parte Aimen Deen, ex militante de la red al Qaeda.

Los mensajes de reclutamiento en internet son publicados continuamente, en distintos idiomas, invitando a los musulmanes a abandonar sus vidas en Occidente para ir al califato.

Ignorado por la gran mayoría, hay sin embargo un creciente número de mujeres que está atendiendo el llamado.