Para las hermanas Mayra y Lizet, su mejor regalo es aprender a leer y escribir

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• Con el programa educativo MEVyT 10-14 se atiende a niños y niñas que por diversas circunstancias no están en el sistema escolarizado

Si bien, la misión del Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA) es brindar servicios de alfabetización, primaria y secundaria a las personas de 15 años en adelante, debido a la extrema pobreza en que viven algunas familias, las y los niños no pueden acudir a las escuelas escolarizadas, quedándose sin educación básica.

Para atender esta situación, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) implementó el programa “Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT) 10-14”.

Esta estrategia busca que los niños y niñas que se encuentran en este rango de edad, en situaciones difíciles y no puedan acudir a un centro educativo, se puedan inscribir en el nivel primaria con el sistema abierto y recibir la orientación de sus asesores en horario flexible, además de avanzar de manera autodidacta desde sus hogares.

El certificado que se les entrega a los educandos al finalizar los 12 módulos educativos, tiene validez oficial para que puedan continuar la secundaria, incluso de manera escolarizada si así lo desean.

Las hermanas Mayra y Lizet Luis Hernández estudian con el programa 10-14 en la agencia de Trinidad de Viguera, perteneciente al municipio de Oaxaca de Juárez, debido a que trabajan diariamente para solventar los gastos familiares.

Los fines de semana y en las tardes acuden al Círculo de Estudio de su colonia,  atendido por Felipa Sánchez Ramírez, que con entusiasmo las asesora desde hace un año cuando iniciaron el aprendizaje de la lectoescritura.

Mayra tiene 13 años de edad, es la más pequeña de las hermanas, con su carita inocente e ilusionada sonríe mientras comenta que cuando termine la primaria piensa seguir con la secundaria, porque tiene el deseo de estudiar medicina para auxiliar a los enfermos.

Dice que no puede asistir a un plantel educativo donde van los demás niños porque tiene que trabajar; para ella y sus tres hermanitas el mejor regalo del Día del Niño es la oportunidad de estudiar que encontraron en el IEEA, ya que pueden avanzar desde su casa durante las noches, y los fines de semana acuden a las asesorías.

“Veía a los niños que iban a la escuela con sus libros, me daba curiosidad y quería aprender a leer, pero no podía dejar de hacer limpieza en las casas de las personas donde trabajo,  porque con lo que nos pagan sacamos para comer y vestirnos. Fue hasta que mi mamá Isela Hernández se inscribió al Instituto Estatal de Educación para Adultos y de ahí todas empezamos a estudiar la primaria”, comenta mientras juega con su lápiz.

En tanto, Lizeth quien a sus 14  años de edad labora en un comedor, expone que el saber leer y escribir le ha sido de mucha utilidad porque puede levantar un pedido y cobrar el consumo de acuerdo al menú que ofrecen en la cocina económica, sin necesidad de pedir ayuda a sus compañeras.

“Gastamos menos en transporte porque antes mi hermana Ivette me llevaba a mi trabajo y luego se iba a la tienda de ropa; pagábamos doble porque no podía irme sola, luego andaba subiéndome al camión que no era”.

Mayra, Lizeth, Berenice y Abigail Luis Hernández, al igual que su mamá trabajan durante el día y en las noches y fines de semanas se concentran a estudiar sus libros para concluir su educación básica y con ello obtener mayores oportunidades de desarrollo, ya que el aprender a leer y escribir les ha mejorado su vida.

Oaxaca de Juárez, 28 de abril de 2016