Kava yuu yavi, la cueva mágica

San Pedro Molinos, Tlax, Oax.- Radicados de la Ciudad de México y de Estados Unidos regresaron a contribuir, para conservar el tradicional pedimento de la lluvia en San Pedro Molinos, que consiste en colocar una ofrenda en la cueva mágica, lugar donde nace un río y se conjuga con 9 cascadas pequeñas; rodeada de vegetación de pinos, itandecas, encinos y otras especies nativas del lugar, la cueva mágica abre sus fauces para que entren los pobladores.

Para conservar esta tradición de dar y agradecer los dones de la naturaleza, indígenas mixtecos radicados fuera de la población dieron sus aportaciones, entre ellas una imagen católica del Señor San Pedro, la que prevé sea colocada en la ermita que se ubica a unos metros de la cueva mágica.

La presidenta de la mesa directiva de radicados, Silvia Ortiz Reyes, dijo que “para que las traiciones sigan por siempre, se requiere que cada día se fortalezca con buenas acciones y una de ellas es la conformación de la mesa directiva de radicados, quienes ahora están interesados en sumarse a esta tradición.

Señaló que agradecer y dar, es una costumbre que mantienen las poblaciones de la región Mixteca, en donde se ofrenda a la tierra como una acción de humanidad que se mantiene desde antes de la llegada de los españoles.

“En nuestros días, también ofrendar a la tierra, es cuidar el medio ambiente no contaminando, no desembocando drenajes a los ríos, barrancos o arroyos, como está sucediendo en las poblaciones urbanas, el valor de cuidar el medio ambiente que se enseña a través del ritual del pedimento de la lluvia, se ha perdido cuando las personas quieren las cosas cómodas a costa de los daños al planeta”, mencionó Silvia Ortiz Reyes.

La presidenta de la mesa de radicados, dio a conocer, que San Pedro Molinos es un paraíso que ha sabido cuidar su río, no desembocando drenajes y aguas sucias como lo hacen en otras poblaciones provocando la contaminación y acabando con el medio ambiente.

Piden que se sumen al pedimento

Se requiere que las autoridades federales y estatales se sumen al ritual de la lluvia, que vean que es una fiesta para los indígenas mixtecos, que venerar la cueva mágica, lugar donde nace agua, se hace con devoción y se deposita una ofrenda en señal de agradecimiento ante sus dones, pero que además, llegan las personas a la convivencia, también se suman las bandas de viento interpretando la música indígena tradicional al igual que la de cuerdas y los maromeros que se suman a la alegría.

Tequio, unión ancestral

Todas las bandas y grupos de cuerdas, los maromeros y las señoras y señores que preparan los alimentos, lo hace de colaboración y tequio, a nadie se le paga, señalan los pobladores que lo dan con cariño, sin mirar a quién, por ello, los integrantes de la mesa de radicados están contentos porque desde siempre han aportado.

Lorena Mercado, nativa de esta población de San Pedro Molinos, con residencia en Seattle Washington, Estados Unidos, da a conocer que a 27 años de estar ausente en el pueblo que la vio nacer, se vuelve a encontrar con sus raíces, el ritual de la lluvia es una costumbre que siempre la recuerda, porque desde niña la lleva presente en su mente.

Dijo que todo está en su lugar, la costumbre se mantiene, “pero sería bueno que el pueblo se organice más, para que sea más turístico “entre estas cosas hermosas que regala la naturaleza, existe el cuidado, pero qué mejor que hubieran audiciones musicales con lo más tradicional, algunos conciertos, conferencias, talleres o convecciones, para que se promueva que es un lugar en el cual se practica el desarrollo sustentable.

Alfonso Ortiz Reyes, presidente de Bienes Comunales, da a conocer que se ofrece una misa en este lugar, se ofrenda una cruz, flores, comida, la gente convive y goza de la música, además se presentan los maromeros.

“Todos son bienvenidos, desde niños sabemos de esta costumbre, es una forma de atraer a la comunidad, antes era una fiesta más grande, porque las comunidades traían sus tequios, hoy se ha olvidado pero sí participan más de 12 poblaciones, esta acción da vida, la alegría de los presentes y la vegetación, nos llena de fuerza”, señala Ortiz Reyes.

Se le da de comer a toda la gente, no hay distinción, este recurso es puesto por Bienes Comunales como una forma de mantener el ritual.

El pedimento

La ceremonia del ritual de la lluvia, se realiza cada primero de mayo en San Pedro Molinos, en pero en la región se hace desde el 25 de abril al 3 de mayo.

Aquí inicia desde las 10:00 horas con la concentración de las personas en la iglesia de la comunidad, en donde se hace un rosario.

Salen los padrinos llevando la cruz y la gente acompaña esta procesión, hasta llegar caminando hasta la cueva mágica a más de cinco kilómetros, llegan y el sacerdote ofrece una misa en la ermita que se ubica a unos metros de la cueva, bendice la cruz y después acompañados de rosarios se encaminan a depositar la ofrenda a la cueva, ponen velas, flores y algunos alimentos, ahí dentro hacen un rosario y luego se retiran.

Después degustan en el patio de la cueva, que se encuentra rodeado de árboles y vegetación, ven del show de los maromeros que por varias horas danzan sobre la cuerda, bailan y disfrutan de la música de las bandas y grupos de cuerda que llagan, los niños se empapan con el agua, los grandes toman tepache, pulque, y otros compran y comercializan los productos regionales que se llevan a esta gran fiesta.