La sucesión en #Oaxaca: ¡más claro ni el agua!

#Oaxaca

Por: Juan José Zamarripa

Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- En días pasados el Gobernador Gabino Cué Monteagudo, amarró en una reunión con diversos dirigentes de la izquierda nacional a José Antonio Estefan Garfias, como el candidato de la coalición PAN-PRD más Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano y PT, en Oaxaca.
Lo que se ve no se juzga, y el mandatario oaxaqueño se le ha visto inspirado operando como lo sabe hacer, para ordenar la entidad. Primero, con la designación de Carlos Santiago al frente de la SEGEGO, después con una ronda de giras e inauguraciones que fortalecerán su presencia en la entidad; y finalmente, con la postulación de candidatos de primer nivel y con fuerte presencia en el interior del estado que le darán forma a la transición.

En el PAN, con aceptación se ha visto la designación de Pepe Toño como su candidato. De origen tehuano, con arraigo en la entidad, familia y amigos que lo respaldan, nadie tiene dudas de que es oaxaqueño y que la gente lo conoce y lo acepta.

Hoy las barajas juegan a su favor, pues el ex gobernador Diódoro Carrasco se ha convertido en uno de los operadores más importantes dentro del blanqui-azul, cercano a Rafael Moreno Valle, Josefina Vásquez Mota y Javier Lozano Alarcón, el cuicateco ha plazeado ya a Pepe Toño con la cúpula que designará al candidato en Oaxaca.

En el PRI, las cosas se complican, la disputa irreconciliable entre el Senador Eviel Pérez Magaña y Alejandro Murat, los ha llevado a dividir al propio partido al grado de que muchos delegados federales y diputados priistas, no se hablan entre sí. Desde ahora se anuncian fracturas y confrontaciones por quien será el que encabece a los intereses de los priistas.

Por ello, resulta deseable en ese partido un candidato de unidad, que podrían ser, Alfonso Gómez Sandoval, Mariana Benitez o Gerardo Gutierrez Candiani, perfiles limpios, sin antecedentes de escándalo político y con muy buena aceptación entre los oaxaqueños sin partido que estarían dispuestos a sumarse al PRI.

En Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, va firme con Salomón Jara Cruz, un ex perredista con buen perfil y arraigo, pero sin mucha aceptación popular. A este partido se sumará muy probablemente el PUP y el partido indigenista de reciente creación, con lo cual estarían alcanzando un 11 a 13 por ciento, y quizás alguna presidencia municipal en un escenario deseable.

Cualquier otra opción fuera de estos que se mencionan resulta impensable, ellos son los que están en la jugada y los que seguramente llegaran a la meta.