OPINIÓN: El talón de Aquiles de #AlejandroMurat

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Francisco Garfias

Habrá que ver con qué chicanada salen los abogados del candidato para sacar la vuelta a la Carta Magna.

Consolidado el dedazo para ser el candidato del PRI al gobierno de Oaxaca —ayer se registró—, queda por resolver el asunto del requisito de la residencia efectiva mínima que Alejandro Murat no alcanza para suceder a Gabino Cué.

El artículo 116, fracción B, de la Constitución, marca que sólo podrá ser gobernador de un estado un ciudadano mexicano por nacimiento y nativo de él; o con residencia no menor de cinco años inmediatamente anteriores al día de los comicios.

Alejandro no nació en Oaxaca. Le fue otorgada una notaría en Tlalnepantla, Estado de México, hace más de tres años. Habrá que ver con qué chicanada salen los abogados del candidato para sacar la vuelta a la Carta Magna y justificar su postulación.

Está por verse si alguien se atreve a impugnar su candidatura en el PRI. Murat llegó a la candidatura por decisión del presidente Peña. Es más probable que lo haga la oposición.

De lo que no hay duda es de que no cumple con el requisito de la residencia. Por eso el Congreso de Oaxaca modificó la ley a modo, pero la SCJN los bateó.

¿Van a impugnar?, preguntamos a José Antonio Estefan Garfias, delfín del gobernador Gabino Cué, aspirante a abanderar la coalición PAN-PRD.

“Seguramente ellos (los del PRI) lo harán. Nosotros sabemos nuestros tiempos”, repuso Estefan.

Ya que estamos. Corre la versión de que el exdiputado federal del PRI, Samy Gurrión, otrora aspirante a la candidatura al gobierno de Oaxaca, será el coordinador de la campaña de Murat hijo.

Buscamos a Samy para preguntarle. “Eso dicen, ¿verdad?, no sé todavía”, replicó.

•  El fervor de los partidarios de Donald Trump en Iowa, estado que favorece a los conservadores religiosos, afortunadamente no se manifestó.

Ni el apoyo de la ultraconservadora Sarah Palin, ni sus discursos xenófobos le alcanzaron para ganar la primaria para la nominación de los republicanos.

Mucho menos sus reiterados ataques a los mexicanos o su idea de levantar un muro en la frontera, pagado con nuestros impuestos. Ya no se diga la propuesta de cerrar la frontera a los musulmanes.

La derrota del magnate no fue tan sorpresiva como se comenta. Jorge Castañeda, excanciller, lo había esbozado desde la semana pasada.

“Puede ser que la gente de Trump no salga a votar en Iowa. Tienen que ir a una casa. Estar allí, platicar. Eso ya implica un esfuerzo”, nos dijo El Güero la semana pasada. No ocurrirá lo mismo en las siguientes etapas.

Iowa lo ganó Ted Cruz, un hombre despreciado por la élite de Washington, según CNN. Este aspirante republicano, de origen cubano, se ganó la voluntad de los conservadores de Iowa.

Pero fue otro aspirante de origen cubano, Marco Rubio, la verdadera sorpresa. Quedó a cinco puntos de Cruz y casi le empató a Trump, cuando nadie daba un cacahuate por él. Le fue bien entre los que tienen educación universitaria.

Siguen las primarias en New Hampshire. Los sondeos en ese estado favorecen a Trump. La tercera es en Carolina del Sur. Allí sí tiene una ventaja enorme el multimillonario.

Iowa no es el hundimiento del barco de Trump, como dice Timothy Stanley, columnista del británico Daily Telegraph. “Pero le empezará a entrar el agua”.

•  Ninguno de los tres grandes partidos se salva de haber llevado al Congreso diputados o senadores supuestamente vinculados con el crimen organizado.

Allí están Leonel Godoy, diputado perredista ligado a La Tuta; Lucero Sánchez, senadora del PAN que pasó Año Nuevo con El Chapo en Fuga.

Y ahora el priista veracruzano Tarek Abdalá, cuyo supuesto coordinador de campaña, Francisco Navarrete, es líder del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Por eso tiene sentido la solicitud que ayer hicieron los jefes nacionales del PAN, Ricardo Anaya, y del PRD, Agustín Basave, a la Comisión Bicameral de Seguridad.

Pidieron que expida un protocolo que prevenga, identifique y dé respuesta inmediata a la posible infiltración del crimen organizado en las candidaturas.

Formalizaron su solicitud ante el panista Roberto Gil, presidente de la Cámara de Senadores, y el perredista Jesús Zambrano, su homólogo en la de Diputados.

•  No son pocos los que han preguntado por qué Andrés Manuel López Obrador rompió con el gobernador de su natal Tabasco, a quien ayudó a llegar a la Quinta Grijalva.

Por boca de políticos del PRI sabemos que El Peje quiso instalar en su tierra una especie de maximato. Le decía a Núñez cuáles eran las prioridades de su gobierno, pero don Arturo nomás no lo peló.

Lo confirmó ayer el propio Peje.

“Me cansé de pedir a Núñez una, dos, tres, cuatro, cinco veces que apoyara a los adultos mayores, así como programas de apoyo a los tabasqueños, pero le entraba por un oído y le salía por el otro”, dijo.